Ésta es una frase que se oye a menudo para señalar el respeto que debemos mostrar a nuestros pastores y la obediencia incondicional que debemos brindarles.
Si es cierto que el pastor ha sido ungido por Dios para el ministerio, este texto bíblico significa que los pastores son literalmente intocables. Oponernos a ellos, o criticarlos, viene a ser entonces un pecado muy grave, y someternos a ellos la única actitud legítima.
Y lo que vale para pastores, vale también para otros líderes, especialmente profetas. Si son ungidos de Dios, ¿quién se atrevería a tocarlos? ¿Pero será eso lo que significa esta frase bíblicamente? Para interpretarla bien, tenemos que “escudriñar las Escrituras” con lupa para entender correctamente su sentido y no malinterpretarla. Todos sabemos que